Madre mia cotillas, resulta que Blanca de Borbón y Nagore, todavía tienen redecillas y mucho que tirarse en cara, ni la una ni la otra, pretende hacer las paces, y cada de sus encuentros en diferentes platós de televisión, concretamente de Telecinco, son nada más y nada menos, que para seguir poniéndose a parir, en está ocasión, ha sido un cara a cara en el programa de Ana Rosa Quintana.
La reconciliazión de la ex-acorraladas parece ser imposible, las dos se han sentido traicionadas la una por la otra, ya únicamente les queda mucho que tirarse en cara.
Ambas tuvieron una gran amistad en Acorralados, por lo que se suponia que a la salida del concurso, iba a ser una de las pocas amistades que iban a continuar fuera del concurso, sin embargo, no fue así, puesto que a pocos días de la final, tuvieron diferentes broncas, aunque ya las tuvieron durante todo el concurso, pero de las últimas ocasiones, fueron realmente las definitivas de acabar su amistad por finalizada.
Todos los buenos momentos que vivieron en La Casona, parecen haberlos olvidado, no siendo siquiera capaces de morarse a los ojos, puesto que ambas piensan que se han traicionado mutuamente.
Blanca de Borbón dolida ha soltado algunas perlas como está:
Me ha subido arriba porque se lo pasaba pipa conmigo y porque era su perrito faldero, pero dudo del cariño que me tenia.
Sin embargo, Nagore, se siente dolida, por los duros comentarios de Blanca sobre la relación que mantiene con Sofia Cristo, de lo que ha llegado a decir, que no van a durar más de un año ya que desde su punto de vista, cuando es tan intenso suele dura poco y acabar mal.
Blanca, a soltado la bomba de saber muchas cosas de Nagore, que podría contar y que no hará nunca, así pues, seguramente el dinero lo puede todo, y por una modelica cantidad de dinero, dirá todo lo que tenga que soltar de Nagore Robles.
Aún así, Blanca a reconocido que Nagore lo hizo bien, y por eso, se merecia ganal.
Entre reporche y reproche, parecía que iba a haber algún momento de reflexión donde poder llegar a un acuerdo y poder hacer sino las paces, un punto y final, lo cual, parece que no va a tener fin, al menos, por el momento.